Madre mía
...Y así comienza su historia de vida fuera del cobijo de sus padres. A los 17 años se casó con el primer pretendiente que le acortejó, un hombre 12 años mayor que ella.
Recibió la bendición de Dios y a los 22 años de edad ya tenía 3 hijos varones con un año de diferencia entre ambos, algo desafiante para su edad pero jamás se acobardó con su rol de madre, como tampoco se amilanó pisar por 4 años las aulas del colegio en el horario de la noche para terminar su secundaria mientras los niños se acostaban.
A los 26 años empezó a trabajar reemplazando a las profesoras con licencia de embarazo, puesto que se obtenía con tan solo secundaria completa.
Los años 80 no solo fue el auge del rock en español e inglés sino también surgió sus ganas de estudiar una carrera universitaria, aunque su realidad no le permitía cumplir su sueño de estudiar enfermería militar, optó estudiar por lo que la vida le ofrecía en ese momento.
A sus 29 años nació su cuarto bebé, pera esta vez era una niña; que a los 3 meses de nacida su hija, empezó su ansiada meta de superación, una lucha constante con el pensamiento machista de su esposo, pero finalmente logró graduarse a los 33 años de edad y con la ayuda de su ángel de la guarda, su nombramiento fue más rápido que la sustentación de su tesis.
Como la vida es una caja de sorpresas, una enfermedad llamada Distrofia Muscular Amiotrófica tocó la puerta de su esposo, asumiendo el rol de padre y madre a los 39 años de edad, lo cuidó con amor y valentía desde el inicio de su enfermedad hasta cuando Dios decidió recibirlo en su gloria. Con tan solo 45 años, quedó viuda sin ningún beneficio que recibir, la soñada pensión debía esperar cuando ella se jubile.
Después de 7 años de haberse quedado viuda, en sus dulces 52, la vida le da la oportunidad de volver a enamorarse y comienza una relación que duró 12 años, pero que no dudó en culminarlo despúes de maltratos psicológicos y con un factor detonante llamado infidelidad.
A los 64 años se queda sola nuevamente, pero eso no es problema para ella, porque primero es su paz interior. A los 65 años se jubila con 34 años de servicio en el sector Educación como profesora de primaria.
A sus 69 años pierde a su segundo hijo por una presunta negligencia médica, un golpe duro, quizás el más duro que recibió su corazón, aunque aún su mente está desorientada, estoy segura que optará por el camino de la sabiduría.
Sus 70 años lo cumplió en la ciudad que nunca duerme, una experiencia única para alguien que nunca salió fuera de su ciudad natal llamada Yurimaguas - Perú.
Redactado: 09/07/24
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